viernes, 22 de abril de 2011

sábado, 29 de enero de 2011

Decepción.


La decepción es un sentimiento de insatisfacción que surge cuando no se cumplen las espectativas sobre un deseo o una persona. Se forma al unir dos emociones, la SORPRESA y la PENA...







        y es que... se oscurece el sol al mediodía
 y se enmudece la música del alba 
        cuando hay tristeza en el corazón...

miércoles, 19 de enero de 2011

Todos los días la misma rutina, el mismo número de autobús, el mismo conductor con su falsa sonrisa, y las mismas personas, y como siempre ella. Siempre sentada en el mismo asiento, con su música y con la mirada perdida en las miles de luces que corretean por la ciudad. Me siento como siempre enfrente, y ella ni siquiera se da cuenta de que yo la estoy mirando, está demasiada inmensa en sus pensamientos para prestar atención a nada de lo que pasa a su alrededor. Alguna vez le he querido preguntar, por qué tiene esa mirada tan triste, esos ojos grises, pero nunca me he atrevido, supongo que en el fondo no quiero saberlo, no quiero conocer otra de esas historias tan hermosas y tristes a la vez, una de esas historias donde él se va, se va para siempre, y ella pasa los días con la falsa esperanza de que él volverá, sabiendo que nunca lo hará. Siempre me ha gustado imaginar la vida de las personas que me cruzo cada día, pero con ella no puedo, tiene una mirada tan perdida que creo que ni siquiera ella sabe que es lo que le pasa ni que necesita. Apenas la he visto sonreír un par de veces, y siempre lo ha hecho en días de lluvia. ¿Es curioso no? Normalmente la lluvia no hace más que cabrear a la gente, y a ella… le hace sonreír. Y justo empieza a sonar esa melodía, pese a no conocerla, he de admitir que es la canción más bonita que he escuchado nunca. Y cierra los ojos, mientras los primeros acordes empiezan a sonar, y su dulce voz se pierde con el sonido de la lluvia de fondo, y por un momento puedes sentirte allí, debajo de esta, mientras moja cada poro de tu piel… igual que puedes sentir como el dolor se va apoderando de ella, y las lagrimas empiezan a rodar por sus mejillas…
Quizás la lluvia le recuerde los buenos momentos que pasaron juntos, quizás solo le eche de menos… o simplemente le duele en el alma que esa canción no fuera escrita para ella… 

domingo, 10 de octubre de 2010

días y días y días...

Hay días para todo…

Hay días para la familia, días para los amigos, días para sonreír, días para estar de morros, días para ser feliz o días para ser desdichados, hay días en los que quieres comerte el mundo y hay días en los que ves que el mundo te come…

Hay días para cantar, para brincar, para reir, para gozar… pero también hay días para llorar, para lamentar, para caer… Hay días para errar, y otros para seguir errando, porque si algo sé a día de hoy, es que ya habrá más días para aprender de esos errores y días para cambiar las cosas, porque si hay algo que nunca se acaba a lo largo de nuestra vida son días, y los días son para vivirlos… y mi forma de vivirlos es olvidando los errores del día de ayer y no pensar en lo que me espera en el día de mañana, simplemente preocuparme del día de hoy, de ser feliz hoy y mañana ya se verá.

martes, 5 de octubre de 2010

solo con el tiempo...


Después de un tiempo, uno aprende la sutil diferencia entre sostener una mano y encadenar un alma, y uno aprende que el amor no significa acostarse y una compañía no significa seguridad; y uno empieza a aprender... que los besos no son contratos y los regalos no son promesas, y uno empieza a aceptar sus derrotas con la cabeza alta y los ojos abiertos, y uno aprende a construir todos sus caminos en el hoy, porque el terreno de mañana es demasiado inseguro para planes... y los futuros tienen una forma de caerse en la mitad.
Y después de un tiempo, uno aprende que si es demasiado, hasta el calor del sol quema. Así que uno planta su propio jardín y decora su propia alma, en lugar de esperar a que alguien le traiga flores. Y uno aprende que, realmente, puede aguantar; que uno realmente es fuerte, que uno realmente vale, y uno aprende y aprende... Y con cada día uno aprende.
Con el tiempo aprendes que estar con alguien porque te ofrece un buen futuro, significa que tarde o temprano querrás volver a tu pasado. Con el tiempo comprendes que sólo quien es capaz de amarte con tus defectos, sin pretender cambiarte, puede brindarte toda la felicidad que deseas. Con el tiempo te das cuenta de que si estás al lado de esa persona sólo por acompañar tu soledad, irremediablemente acabarás no deseando volver a verla.
Con el tiempo entiendes que los verdaderos amigos son contados y que el que no lucha por ellos, tarde o temprano se verá rodeado sólo de amistades falsas. Con el tiempo aprendes que las palabras dichas en un momento de ira, pueden seguir lastimando a quien heriste durante toda la vida. Con el tiempo aprendes que disculpar cualquiera lo hace; pero perdonar es sólo de almas grandes.
Con el tiempo comprendes que si has herido a un amigo duramente, muy probablemente la amistad jamás volverá a ser igual. Con el tiempo te das cuenta que aunque seas feliz con tus amigos, algún día llorarás por aquellos que dejaste ir. Con el tiempo te das cuenta de que cada experiencia vivida con cada persona es irrepetible. Con el tiempo te das cuenta de que el que humilla o desprecia a un ser humano, tarde o temprano sufrirá las mismas humillaciones o desprecios multiplicados al cuadrado. Con el tiempo comprendes que apresurar las cosas o forzarlas a que pasen, ocasionará que al final no sean como esperabas. Con el tiempo te das cuenta de que, en realidad, lo mejor no era el futuro, sino el momento que estabas viviendo justo en ese instante.
Con el tiempo verás que, aunque seas feliz con los que están a tu lado, añorarás terriblemente a los que ayer estaban contigo y ahora se han marchado. Con el tiempo aprenderás que intentar perdonar o pedir perdón, decir que amas, decir que extrañas, decir que necesitas, decir que quieres ser amigo, ante una tumba ya no tiene ningún sentido.
Pero, desafortunadamente, sólo te darás cuenta con el tiempo.

domingo, 3 de octubre de 2010

Egoísmo puro y duro.



¿Dónde quedaron las buenas palabras? ¿Y las buenas intenciones?
Parece ser que el mundo se mueve cada vez más rápido y que cada vez menos gente se para a observar a los demás, a observar si están bien o si por el contrario están pidiendo una abrazo a gritos silenciosos... Cada vez menos gente se plantea si está haciendo lo correcto o si debiera cambiar su modo de actuar, si con sus actos o palabras daña a alguien, ¿para qué? si ahora lo que realmente importa es que esos actos o palabras te favorezcan a ti, y el resto que se preocupe de lo suyo, que tú ya tienes bastante con lo tuyo...

Cierto es que si que damos un abrazo o se nos escapa un te quiero, ¿pero realmente lo hacemos por esa persona a la que va dirigida? no, lo solemos hacer por nosotros, porque queremos que esa persona sí sepa pararse a observar y a darnos un abrazo si en un momento determinado lo llegamos a necesitar, simplemente nos aseguramos una mano a la que agarrarnos cuando el mundo siga moviéndose tan rápido que necesitemos algo a lo que agarrarnos para no salir despedidos de él...